Si crees que alguien en tu centro de trabajo puede estar deprimido, intenta recordar cómo se comportaba esta persona hace medio año.

¿Cómo actuaba contigo y con los demás?

Hacerse esta pregunta podría ayudarte a reconocer cambios bruscos e incluso sutiles en su comportamiento. Sin embargo, recuerda que algunas personas se esfuerzan por ocultar sus síntomas porque se sienten avergonzadas o culpables.

Si crees que un empleado puede estar deprimido, habla con él.

Otras formas de proporcionar apoyo a un empleado son:

• Permitir flexibilidad en el trabajo, por ejemplo, con un horario flexible o menos horas de trabajo durante un período de tiempo determinado.
• Asignar a la persona tareas menos exigentes, por ejemplo, con menor riesgo de conflictos, menos tareas de coordinación o menor contacto social.
• Facilitar el acceso a ayuda y atención, ya sea en el propio centro de trabajo o por parte de un profesional de la salud.
• Minimizar el estigma en el centro de trabajo.