Los pacientes con depresión pueden beneficiarse del apoyo adicional y orientación a través de la psicoterapia. Los psicoterapeutas pueden ser accesibles en la clínica o incluso fuera del servicio público, si los pacientes desean y tienen los medios para financiarlo.

La evidencia de la eficacia es más consistente para la terapia cognitivo-conductual (TCC). La TCC suele durar entre seis semanas y seis meses. La TCC se enfoca en ayudar a los pacientes a identificar y desafiar las cogniciones que mantienen el estado de ánimo deprimido y mejorar el equilibrio diario entre el estrés y los deberes del día a día frente a la relajación y las actividades agradables.

Otros enfoques con alguna evidencia de eficacia son la terapia interpersonal (IPT) y las terapias basadas en mindfulness. Estas últimas tratan de enseñar a los pacientes a evitar la auto-evaluación y el auto-juicio basado en el contenido de sus pensamientos. Dado que algunos tipos de psicoterapias no tienen suficiente evidencia empírica, y considerando el elevado coste de los tratamientos, es importante referir a los pacientes a intervenciones que sean costo-efectivas.

Por este motivo, animamos a los médicos a que se informen sobre el tipo de terapia que está disponible en su área. Puede ser útil para proporcionar a los pacientes información práctica acerca de los costes, la ubicación, la duración probable y el enfoque de la terapia.

La mayoría de personas se beneficiarán de sesiones de psicoeducación que suelen ser grupales. Las enfermeras y psicólogos suelen estar entrenados para llevar a cabo este tipo de sesiones. Si los grupos tienen éxito, pueden evolucionar hacia los grupos de autoayuda. También hay recursos psicoeducativos y herramientas online disponibles para la depresión, como la herramienta de autoayuda iFightDepression.

Si estás interesado en obtener más información sobre la herramienta iFightDepression escríbenos a ifightdepression@cibersam.es