Dependiendo de la situación de la persona en cuestión, si se determina que puede estar sufriendo de depresión es recomendable aconsejarle que contacte con su médico de familia. Es posible que prefieran ir directamente a un médico especialista, como un psiquiatra. En su posición, usted puede animar a la gente a buscar una opinión médica con el fin de asegurar el tratamiento adecuado.

Como miembro del clero, no es su tarea ni responsabilidad ofrecer tratamiento. Sin embargo, usted puede tener un papel crucial en la exploración de si la persona se podría beneficiar de ayuda profesional. Transmitir apoyo es muy importante, ya que contar con una persona de confianza tiene un valor incalculable.

Informar a la gente sobre los tratamientos disponibles para la depresión puede ser de gran utilidad.

Los componentes fundamentales del tratamiento para la depresión son la medicación antidepresiva y la psicoterapia. También hay otras opciones para tipos más específicos de depresión o personas que son resistentes al tratamiento de primera línea.

Frecuentemente, el mejor tratamiento combina distintos componentes terapéuticos.